Arcos: Visita Guiada
"Disfruta de esta ruta autoguiada durante tu estancia en Casa Campana. Dura aproximadamente una hora." Jim, propietario
1. El Casco Viejo de Arcos está situado en lo alto de una peña. Se trata de un laberinto de estrechas callejuelas que desembocan en pequeñas plazas, de ambiente inequívocamente andaluz. En el Casco Viejo hay innumerables elementos históricos que abren una puerta al antiquísimo y fascinante pasado de la ciudad. Hay mucho que ver, y es muy fácil pasar por alto algunos detalles, por lo que le invitamos a realizar nuestra visita guiada. Empezaremos por la Plaza del Cabildo (en la fotografía), con su impresionante vista panorámica del paisaje de los alrededores. Esta plaza, que en tiempos se utilizó como plaza de toros, es de paso obligado para el visitante de Arcos, dado que se encuentra justo al lado del principal monumento de interés turístico de la ciudad: la Iglesia de Santa María.
2. Ahora estamos en la Plaza del Cabildo, frente a la Iglesia de Santa María, tal vez la imagen más representativa de Arcos para sus visitantes. Santa María es una mezcla de muchos estilos arquitectónicos diferentes. Su construcción se prolongó a lo largo de seis siglos y está emplazada en el solar de lo que antiguamente fue una mezquita, construida por los árabes que ocuparon Arcos desde el 711 aC hasta el 1262 dC. Observe el impresionante campanario neoclásico, que permanece inacabado. El antiguo cayó durante el terremoto de 1755 (célebre por la destrucción de Lisboa). La torre construida en su lugar tenía que ser la más alta de Andalucía tras la de Sevilla, pero se agotó el dinero.
3. Hacia el fondo de la plaza, subiremos la escalera que lleva al castillo. Actualmente en manos privadas, el castillo data del siglo XI y fue construido por los árabes, que lo utilizaban como fortaleza militar. La leyenda cuenta que, en las noches de luna, deambula por las almenas del castillo el fantasma de una mujer musulmana en busca de su amante. Los cristianos acometieron su reconstrucción en los siglos XIV y XV, en la época en que los primeros Duques de Arcos hicieron del castillo su residencia. Los Reyes Católicos pasaron algún tiempo con los Duques en este castillo poco antes de viajar a Granada para asistir a la rendición de la ciudad en enero de 1492 (el mismo año en que Colón salió del puerto de Palos para descubrir América).
4. Volvamos a la iglesia. Hacia el lado izquierdo de la fachada principal de la Iglesia de Santa María, veremos un gran bloque de piedra (en la fotografía).
De origen árabe, esta piedra es probablemente un resto de la mezquita que se erigía en este lugar y lleva grabado un motivo que tiene siglos de antigüedad. ¿Podría ser el Árbol de la Vida, ese antiguo símbolo utilizado en tantas culturas? Con sus ramas hacia el cielo y sus raíces en la tierra, el árbol representa la unión de tres mundos: el cielo, la tierra y el submundo. Además es tanto un símbolo femenino, que reporta sustento, como masculino, visiblemente fálico, lo cual es otra forma de unión.
5. Si bajamos el primer tramo de escalera, en el patio exterior de la iglesia encontraremos un «círculo mágico» del siglo XV. No hay otro igual en toda Andalucía. Verá que está formado por 12 piedras rojas y 12 piedras blancas: estas últimas llevan marcadas distintas constelaciones de estrellas. El círculo mágico solía estar en el interior de Santa María y, cuando se traía un niño a la iglesia para el bautismo, sus padres solían llamar a un exorcista para que librase al bebé de espíritus malignos dentro de este círculo (que servía de «protección»). También fue un símbolo sagrado durante la ocupación musulmana de Arcos y, aunque los lugareños ya no veneran este círculo, se dice que todavía hay sufíes una secta cuyas raíces y creencias místicas pueden ser incluso anteriores al periodo musulmán que vienen aquí en peregrinación. Por favor, no dude en ponerse en contacto con nosotros si tiene más información sobre este extraño y fascinante círculo mágico. ¿Podría ser que su historia se remontase incluso al antiguo Egipto?
6. A continuación, bajaremos el último tramo de escalera y giraremos a la derecha. Observe los impresionantes contrafuertes construidos en 1699 para resistir la presión ejercida por el muro de la iglesia, después de un terremoto acaecido en 1696 que había agrietado los cimientos. Es bastante probable que la incorporación de estos elementos salvase a la iglesia de la destrucción durante el terremoto posterior de 1755.
7. Atravesando el Callejón de las Monjas, llegaremos a un convento, fundado en el siglo XVI, que se encuentra a nuestra izquierda. En el siglo XV fue una capilla y hospital. La gran puerta principal, enmarcada por un arco floreado, es de estilo plateresco, mientras que la pequeña junto a ella es gótica. En el interior hay una nave que todavía conserva importantes fragmentos del siglo XVI.
8. Siguiendo la calle llegamos a un atractivo patio interior a nuestra derecha. Si está abierto, podrá entrar a verlo. Pertenece al Palacio de Torresoto, construido en el siglo XVII. La familia Torresoto formaba parte de la nobleza de Arcos, lo cual explica la presencia de la capilla privada que puede verse en la parte trasera del patio. Sólo los ricos podían permitirse semejante lujo en su propia casa. Al contar con capilla propia, no tenían necesidad de ir a la iglesia, ya que podían hacer que viniese el cura. Esta representa a la Divina Pastora, una imagen mariana muy habitual en España y en los países iberoamericanos.
9. De nuevo en la calle, a la vuelta de la esquina observaremos que las paredes están rebajadas a cada lado de las ventanas. No hace tanto tiempo que las mujeres raramente salían de la casa, pero estas «orejas en las ventanas» les daban al menos una buena visión de lo que pasaba en la calle. Y las damiselas podían hablar con sus pretendientes, que se apoyaban contra la pared (en la fotografía).
Cuando venga a visitarnos en Casa Campana, le enseñaremos los rebajos de las ventanas: tienen una característica única, que no se encuentra en ningún otro lugar de Arcos.
10. Levante la mirada y, al final de la calle, verá el último convento que queda en Arcos todavía en funcionamiento. Se fundó en 1642, en el edificio de la antigua prisión. Aunque las Mercedarias son una orden de clausura, en el extremo más alejado del edificio, en el vestíbulo bajo el pórtico, se pueden comprar tartas y pasteles especiales (a unos 5 euros la caja) preparados por las monjas. Sólo tiene que llamar al timbre y hacer su pedido, que le será entregado por medio de un aparador giratorio.
11. El mercado cubierto al fondo de la Plazuela de Boticas (junto al convento) está emplazado en una iglesia sin terminar. Estaba destinada a los jesuitas, pero su construcción se interrumpió en 1767, cuando Carlos III, harto de soportar las veleidades políticas de la orden, los expulsó de España. Carlos III también se encargó de dejar prácticamente en nada los poderes de la infame Inquisición, aunque esta institución de defensa de la ortodoxia católica (creada por los Reyes Católicos en 1478) no fue abolida definitivamente hasta 1834. Antes de continuar, observe los restos de columnas romanas incorporados a la fachada. Sí, los romanos también ocuparon Arcos (y en Casa Campana tenemos una lápida conmemorativa romana empotrada en la pared del patio).
12. Sigamos rectos por la Calle Boticas. A la izquierda, veremos una tienda de souvenirs. Mire hacia arriba, al borde del tejado. Si aguza la vista, verá una pequeña máscara. Es una de las últimas máscaras que quedan en Arcos, memoria de una tradición que persistió hasta mediados del siglo XIX, cuyo fin era alejar a los espíritus malignos de la casa. Hoy en día, se cree que las máscaras de Halloween son en gran medida un reflejo de esta misma idea.
13. Antes de continuar, echemos un vistazo al callejón de la derecha al final de la Calle Boticas. En él veremos un edificio que actualmente se utiliza como colegio público. En tiempos fue una casa particular y en el siglo XVIII fue un monasterio jesuita. Sobre el dintel hay un escudo de armas que simboliza diferentes aspectos del Imperio Español. La corona representa al Reino de España, los leones al Reino de León y los castillos al Reino de Castilla. Si pasa algún tiempo en Arcos, quizá le interese buscar otros escudos de armas. Se encuentran dispersos por todo el Casco Viejo.
14. Ya en la Calle Nuñez de Prado, veremos la fachada gótica de la Capilla de la Misericordia (en la fotografía).
Se fundó en torno a 1490 como hogar infantil, refugio de mujeres y hospital. Si la puerta está abierta, aproveche la oportunidad de entrar para ver las imágenes esculpidas de los primeros Duques de Arcos. Están al fondo a la derecha. Hoy en día, esta capilla se destina a exposiciones, conciertos y similares. La casa blanca de la derecha, justo antes de la capilla, es Casa Campana.
15. Justo a la derecha de la capilla está el Palacio del Mayorazgo, un edificio extraordinario con una historia impresionante. Si la puerta está abierta, entre. El Palacio se utilizó como casa particular hasta hace tan sólo unos años. Actualmente está ocupada por oficinas del gobierno local. También es la sede de la Asociación de San Miguel, un bar local de jubilados. Quizá le apetezca entrar a tomar algo (por poco dinero) con los simpáticos parroquianos. El principal atractivo del Palacio es su patio del siglo XV el más antiguo de la ciudad, provisto de una serie de columnas romanas. Justo detrás de éste hay un segundo patio, más moderno, que también es digno de ver.
16. La primera calle a la izquierda pasado el Palacio es la Calle Cuna, que era la entrada al antiguo barrio judío de la ciudad. Se trata de una de las calles más pintorescas de Arcos y en ella se encontraba uno de los graneros públicos más antiguos de España hasta el siglo XVIII (que databa de los tiempos de los Reyes Católicos). Barcelona ha rendido homenaje a la Calle Cuna al incluirla en su «Pueblo Español».
17. Justo después de la Calle Cuna se encuentra San Pedro, la segunda iglesia de Arcos (en la fotografía). En los siglos XVII y XVIII, hubo una prolongada disputa entre los feligreses de San Pedro y de Santa María. Ambos grupos reivindicaban que la suya era la primera iglesia de Arcos. El conflicto se agrió tanto que los miembros de San Pedro se negaron a honrar a «María, Madre de Dios», y en lugar de ello rezaban a «San Pedro, Madre de Dios». Sus oraciones fueron en vano, ya que el Papa finalmente falló a favor de Santa María. Hasta no hace mucho, San Pedro contaba con un campanero residente, un cestero local conocido por haber llevado un burro a su residencia. Finalmente, el animal se hizo tan grande que no podía salir, de modo que acabó por matarlo y comérselo.
18. Por una pequeña calle junto a San Pedro, se llega al Jardín Andalusí, de reciente construcción. ¿Puede haber un escenario más tranquilo para pensar sobre Árboles de la Vida y Círculos Mágicos? Siéntese a la sombra en el banco de piedra y escuche el correr del agua mientras goza de la vista de las flores meciéndose al viento. El diseño del jardín revela una fuerte influencia musulmana y presenta notables semejanzas con el jardín del famoso Palacio de La Alhambra de Granada. El Jardín Andalusí tiene un horario de apertura variable.
19. Nos encontramos ahora en la Calle Maldonado, una de las más atractivas de la ciudad. Presume de haber acogido algunas de las más grandes casas, incluida una que fue vergonzosamente demolida en 1919, únicamente para poder vender sus puertas, su fachada y su techo artesonado. Bordeando la Iglesia de San Pedro, más o menos a mitad de camino, levante la mirada y verá un azulejo sevillano del siglo XVII, en perfecto estado de conservación. Presenta a la Virgen de pie sobre un pedestal, con un barco en su mano derecha y el Niño Rey en la otra mano. Si tiene más información sobre el significado de este azulejo, por favor háganosla llegar; nosotros creemos que está relacionado con el Imperio Español (1492-1898). Hay otro azulejo parecido a la vuelta de la esquina, que ha sufrido cierto deterioro por el paso del tiempo. Lo veremos cuando giremos a la izquierda y rodeemos la iglesia por su parte posterior para ir hasta nuestro destino final en esta visita.
20. Después de rodear la iglesia, seguiremos la flecha del pequeño cartel de la derecha que nos indica el camino hacia el pequeño «Mirador» (en la fotografía), situado un corto trecho calle abajo. Desde aquí se nos ofrece una vista del paisaje (hasta la Iglesia de San Agustín) que quizá supera a la que pudimos disfrutar desde el mirador de la Plaza del Cabildo. Es una bonita manera de finalizar esta breve visita.